No pasan de moda determinados cantes, siempre están ahi para quienes son capaces de vivificarlos y ponerlos en circulación con la apostura precisa; es lo que hizo Palomar el pasado viernes en la peña El Rincón del Cante cuando cantó romances y un pregón. Proyeccion actual de aquellos romances que hemos conocido a través del Negro del Puerto y el Chozas, entre otros, y que en la voz de Palomar adquiere vigor expresivo y marchamo artistico. Fue ésta la presentación del gaditano asentando criterios de artista respetuoso con la tradición y comprometido en la revalorización de estilo en desuso, como ocurre con el añorado pregón de Macandé, perfectamente hilvanado por Palomar. El brio del primer cante y la tonalidad empleada favorecio la entrada directa de la seguirilla. La granaina de introducción a la malagueña de El Mellizo quedó elegante al igual que la malagueña, a la que sacó partido en los recovecos melodicos que la identifican. Alegrias de cadencia netamente gaditana en la acentuación ritmica cerraron el parentesis de la primera parte, propiciando la nostalgia de maestros gaditanos proyectados con desenvoltura en su voz. Señero y ensimismado comenzó Palomar el segundo tramo de su actuación; solea de interesantes registros tonales, dificiles de resolver por su complejidad y que acometió con la atención requerida, soltando la voz en el momento clave y redondeando con sapiencia el cante en cada variante realizada. Tarantas de trnsición para entrar de lleno en el no va mas de las bulerias. Palomar impregnando por la gracia del compás, que con hechuras de flamenco integral hizó palpitar al publico en una completa tanda de bulerias, con baile incluido. La voz arañada del Toto se sumó cantando por martinetes, teniendo la replica de Palomar, bello colofón para un acto que a muchos supo a poco.-
FRANCISCO MARTINEZ.-(El Dia de Córdoba)
