Noches Flamencas en Córdoba
Los jardines del Alcázar acogen tres recitales flamencos, con un notable éxito de público El cantaor Cancanilla de Marbella actuó en la peña El Rincón del Cante.
21/07/2007 TONI BLANCO
Las tradicionales Noches Flamencas del casco histórico de Córdoba han comenzado en el marco incomparable de los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos siendo un éxito de público, que llenó el recinto.
Juan Antonio Camino, premio nacional Pepe Marchena, y la exquisita guitarra de Antonio García Migueles fueron los protagonistas del inicio de una noche de embrujo en la cual la bailaora Estefanía Cuevas y su grupo de baile demostraron su flamencura con su primer baile de bulería por soleá, rematando el fin de fiesta por bulerías.
Andrés García De Bujalance inició la segunda noche con dos solos de guitarra dando paso a la gran bailaora castreña Ana Maria Garcia, la cual presentó un baile de soleá apolá. Destacó esa voz flamenquísima malagueña de Rosi Navarro La Divi . A continuación, el cantaor de El Carpio Alfonso Muñoz Cantizano, acompañado de Andrés García, ofreció una serie de diversos cantes y rematados por fandangos personales.
La tercera noche de embrujo permitió escuchar la guitarra de concierto de Isaac Muñoz. Sus fandangos de Huelva hicieron las delicias del numeroso público. Andrés Marques Siles El Seco y Rafael Alvarez El Fali completaron la noche de cante dando paso al exquisito baile de Eva Llamas. El presentador fue Juan Ramón Cisneros. La programación continuará el próximo martes 24 de julio, con el cante de Lucas de Ecija, la guitarra de Patrocinio Hijo y el baile de Richard Gutiérrez.
Por otro lado, la peña El Rincón del Cante, por la inauguración de la temporada de verano y la remodelación de la peña, y con la nueva junta directiva presidida por Carlos Sanz, ofreció un recital flamenco a cargo de Cancanilla de Marbella y la guitarra de Chaparro de Málaga, el cual sustituyó al gran cantaor Chano Lobato, que, por enfermedad e ingreso hospitalitario, no pudo asistir al Rincón.
Cancanilla de Marbella comenzó su recital cantando por soleá de Alcalá y Triana, seguido de una buena pincelada de tientos tangos. Después, ofreció un cante por seguidilla que a la postre fue lo mejor de la noche flamenca y, para rematar la primera parte del recital, cantó por bulerías.
Después de un breve descanso se entonaba por bulería por soleá, donde dejó una malagueña preciosa. El cante de alegrías de Cádiz se lo dedicó a Chano Lobato para su pronta recuperación, para seguir por fandangos personales. Como no podía ser de otra manera, cerró la noche a ritmo de bulerías y dejó su dote de gran bailaor. El acto fue presentado por Paco Pérez.
